jueves, 4 de abril de 2013

El último cartucho (de Namibia)




(Recomendación: pincha aquí para oír una bonita canción de Elemotho, un buen amigo y músico namibio, mientras lees este artículo... y pásate a su web cuando acabes la lectura).


Escribo hoy sólo para rescatar algunas fotos de Namibia que se habían quedado en el disco duro y que creo que merecen estar en este blog. Son de diferentes viajes de nuestros últimos meses en el país de los que no voy a dar cuenta detallada. 

Ahora que estamos lejos de Namibia -y sí, empezaré pronto a escribir sobre nuestro nuevo episodio africano en Mozambique- no dejo de maravillarme al echar la vista atrás con la belleza de Namibia, ya con cierta melancolía. La combinación de horizontes casi infinitos en paisajes increíblemente bonitos y la omnipresencia de animales espectaculares allá donde vayas, es probablemente única en el mundo. A ello se le añade la soledad de la que se puede disfutar si se busca ese añadido, que para mí, permite saborear y apreciar la naturaleza con una intensidad que no se puede alcanzar en otros entornos, igualmente bellos quizás, pero en los que a menudo desearíamos que la experiencia fuera más intimista. Si se tiene la suerte de alternar la soledad con otros viajes en la mejor compañía posible, miel sobre hojuelas.

Encabeza este escrito una imagen muy trillada, un león solitario en las llanuras de Etosha; una foto repetida mil y una veces en este blog y en todos los reportajes sobre la fauna africana, que no por eso deja de ensimismar en vivo por habitual que pueda resultar, y de una belleza difícilmente superable. A la foto hay que sumarle algunos datos para comprender la dimensión de lo salvaje en Namibia:donde lo fotografié, en Etosha, es muy fácil ver leones, es el clásico parque nacional africano en el que se puede ver de todo con toda facilidad desde un coche. Eso es estupendo, pero más aún es saber que aún quedan lugares en Namibia donde los leones se acercan a cazar a playas desiertas, o donde es posible oírlos rugir por la noche en paisajes semidesérticos donde se puede acampar en absoluta soledad, si se quiere, bien arrimado a la ilusoria protección de una hoguera y con el alma estremecida y extasiada al mismo tiempo. 

En fin... éstas son otras fotos de leones en diferentes actitudes hechas en Etosha:


 
 
 




Como despedida de Etosha, ved estas fotos de otros de sus famosos moradores, incluídas unas de un curioso episodio que presenciamos en la charca de Okaukuejo. En pleno mediodía y con dos enormes elefantes machos abrevando, una patrulla de rescate se metió en el charco a rescatar a un springbok que se había quedado atrapado en la parte más profunda y se iba a ahogar. Ante nuestra sorpresa, uno de los rangers se metió en el agua a sacar al springbok a una distancia muy preocupante de los elefantes, mientras su colega montaba guardia. Uno de los elefantes se fue con tranquilidad pero decididamente y otro se quedó a observar la escena, ligeramente nervioso pero sin dar problemas. Mucho valor por parte del ranger. 

 

Otra de las cosas únicas que pueden pasar en Namibia es econtrarse con un rinoceronte negro salvaje fuera de un parque nacional, casi increíble en estos tiempos en que los furtivos están matando rinocerontes prácticamente todos los días en santuarios supuestamente casi inviolables como el vecino P.N. de Kruger en Sudáfrica. Esta foto, también de Etosha, es de una airada rinoceronte negro con su cría, seguida de cerca por un macho, segundos después de darse cuenta de que su trayectoria le llevaba de cabeza... a estamparse con nuestro coche. Fueron segundos emocionantes, pues en seguida nos dimos cuenta de que los rinocerontes no nos habían visto al principio y sólo se iban a apercibir de nuestra presencia cuando ya estuvierna muy cerca de nosotros, que estábamos en campo abierto, con lo que tuvimos que movernos para que nos detectaran a tiempo y nos lleváramos todos bien.


Últimas fotos de Etosha: una cebra de Burchell en Rietfontein, y una ardilla arborícola emulando al oso yogui.




Paso ahora al desierto del Namib, de donde rescato unas pocas fotos. Las tres son de sus moradores más habituales: un oryx, un springbok y una hiena marrón. Esta última es una especie muy común pero de hábitos nocturnos y muy difícil de ver. De hecho, es la única que ví en dos años (aunque vimos una manada en el viaje de 1997 y los costras que se acostaron más tarde que yo en Okaukuejo vieron otra en la charca). Creo que hasta yo mismo saldría guapo en estos marcos...


 

Otros habitantes habituales del desierto:
Welwitschia mirabilis
Tractrac chat (Cercomela tractrac)
  Y del desierto, al verde norte del país, con otras especies de fauna:

Estornino de Meve (Lamprotornis mevesii)
Martín pescador gigante (Megaceryle maxima)
Tssessebe
Reedbuck
 Para terminar, unas fotos de fauna marina de Namibia, también muy rica y espectacular:

León marino del cabo (Arctocephallus pusillus)
Delfín de Heaviside (Cephalorhynchus heavisidii)
Pelícano (Pelecanus onocrotalus)

Y llegamos al final, espero que os haya  gustado.