Todos estamos familiarizados con los grandes mamíferos
africanos gracias a los documentales o a los viajes a los países donde se
puede disfrutar de su presencia. Leones, elefantes, jirafas, rinocerontes, hipopótamos…
todo el mundo los reconoce al primer golpe de vista, pero no pasa lo mismo con
otras criaturas menos comunes. Muchas de estas últimas son poco conocidas porque además
tienen hábitos nocturnos y sólo ocasionalmente nos cruzamos en su camino… o eso
creemos.
Los safaris nocturnos que algunos parques nacionales africanos ofrecen
(Etosha en Namibia y Kruger en Sudáfrica, por ejemplo), dan la oportunidad de
ver animales estrictamente nocturnos y la actividad nocturna de otros que,
aunque observables por el día, lo pasan haciendo nada o prácticamente nada. Los safaris nocturnos suelen hacerse en vehículos provistos
de focos manuales (casi siempre con una pantalla roja para reducir las
molestias) y permiten acercarse mucho a los animales.
Este ejemplo es de unos leones filmados en el P.N. Kruger en
Sudáfrica. Les gusta mucho tumbarse en el asfalto en invierno para
aprovechar el calor que emana de la carretera por la noche. De hecho en el P.N.
Niokolo Koba en Senegal, donde hay muy pocos y esquivos leones, la mayor parte
de los avistamientos se producen en la carretera nacional que atraviesa el
parque… por parte de los autobuses de largo recorrido.
leones from Nacho Aransay on Vimeo.
Este otro video es de una civeta (Civettictis civetta) en el mismo safari nocturno. Es un carnívoro muy común en África, de la familia de la gineta y del tamaño de un perro cocker aproximadamente.
civeta from Nacho Aransay on Vimeo.
Si bien durante la noche es posible ver muchos animales
nocturnos o más activos durante esas horas, el amanecer
ofrece también una excelente oportunidad de sorprenderlos de
vuelta a sus lugares de descanso. Esta foto de una hiena marrón en el desierto
del Namib, en Namibia, es de uno de los únicos tres encuentros que he tenido con
esta especie tan extendida en el país.
Otra buena ocasión para ver animales nocturnos la
proporcionan las acampadas. En los sitios donde los campings están vallados es
común ver, por ejemplo, hienas moteadas recorriendo la parte exterior de las
vallas buscando comida. En Kruger incluso hay
señales específicas que recuerdan la prohibición de alimentarlas y, en ocasiones,
se ven también leopardos mostrando el mismo comportamiento. Por supuesto que si
no hay vallado, como en Botswana, hay que tener cuidado porque las
hienas y los chacales no dudan en robar cualquier alimento que se deje a su
alcance.
Hiena marrón (Hyaena brunnea). Desierto del Namib, Namibia |
Lo que no hay que alimentar en Crocodile Bridge, P.N. Kruger: una hiena moteada (Crocuta crocuta) |
Los campings son buenos lugares para ver otros animales
nocturnos menos conocidos (y no tengo en cuenta aquí las maravillas que se pueden ver en las charcas iluminadas por la noche de Okaukuejo y Halali, en Etosha, Namibia... podéis ver algunas en otras entradas de este blog). Con una buena linterna y un poco de paciencia, se
pueden encontrar en las copas de los árboles galagos (pequeños primates
nocturnos, llamados “bushbabies” en inglés porque los gritos de algunas
especies se asemejan mucho a los de un bebé humano… lo cual es bastante
inquietante cuando no se conoce este hecho), y búhos de varias especies. Es frecuente ver también ginetas, que son animales
bastante confiados en estos sitios. En España también tenemos ginetas y ahora
sabemos que fueron introducidas en nuestro país por los árabes como animal
doméstico. Finalmente, los tejones melíferos gustan de darse garbeos por algunos
campings, pero son más difíciles de sorprender.
Hoy en día existe una herramienta más para descubrir qué criaturas merodean en nuestro
entorno por la noche: las cámaras-trampa, que se han convertido en aparatos
adsequibles y fáciles de usar. Mis hermanos
(¡gracias!) me regalaron una en mi último cumpleaños y estoy empezando a
sacarle partido en mis excursiones… y en el jardín de casa también. Como su
nombre indica, las cámaras-trampa son pequeñas cámaras que tienen un sensor de
movimiento que las activa al paso de cualquier animal. La mía puede hacer fotografías o video y tiene un
flash infrarrojo que permite usarla también de noche. Basta con atar la cámara
con una correa a un árbol o un poste por la noche y recogerla por la mañana y a
ver si ha habido suerte.
Mi cámara-trampa |
Eso hice este fin de semana en la Reserva Especial (o de
Elefantes) de Maputo. En dos noches obtuve pruebas de la presencia de cuatro especies de mamíferos en torno al
camping , algunos de ellos difícilmente observables
directamente.
El primero es un cefalofo (o duiker) de Natal, que debió
oírme acercándome a recoger la cámara porque salió corriendo como un poseso.
Por eso se llaman duikers (“buceadores” en Africaner), porque se sumergen en la
vegetación a toda prisa al mínimo peligro.
duiker from Nacho Aransay on Vimeo.
El segundo es una gineta (creo que común, Genetta genetta,
pero lo estoy confirmando todavía por si acaso), que merodeó largo rato en
torno a donde hacíamos la cena. Una vez unas amigas mías se fueron de acampada
y estuvieron un buen rato atemorizadas por una gineta que alguna había
confundido con… un leopardo (las ginetas son del tamaño de un gato doméstico más o menos). Cosas veredes.
PICT0020 from Nacho Aransay on Vimeo.
El tercero es un animal mucho más difícil de ver, de hecho
yo todavía no lo he visto nunca... con mis propios ojos: una mangosta acuática (Atilax paludinosus). Hace meses un amigo
(Gary Allport) fotografió sus huellas en la playa y ahora queda confirmada su presencia – que
estaba documentada en la Reserva pero hace muchos años- con este video.
attilax from Nacho Aransay on Vimeo.
Y el último es de una familia de mangostas rayadas, un animal muy común y diurno pero que curiosamente no se deja ver de día por la zona. Aparecieron al amanecer y por eso el video tiene una luz extraña.
mungos from Nacho Aransay on Vimeo.
Pero no sólo en el campo hay animales interesantes. Aquí en
plena ciudad de Maputo también la cámara da sorpresas en mi propio jardín. Por
ejemplo, este video es de un murciélago frugívoro (Eidolon helvum) enorme comiendo dátiles en
una palmera a escasos metros de la puerta de mi cocina.
fruitbat from Nacho Aransay on Vimeo.
Ahora sólo me queda encontrar a la gineta –no sé de qué
especie- que uno de mis gatos acorraló en el jardín hace unos meses. Cuando lo
consiga os aviso, pero mientras tanto os dejo con esta otra gineta (Genetta tigrina o maculata?, estoy en ello...) que filmé en Mbuluzi (Suazilandia).
genetta maculata from Nacho Aransay on Vimeo.
3 comentarios:
Muy interesante Nachete. Están las carreteras allí por la noche como para ir andando de pueblo a pueblo.
Cuidaos, un abrazo.
Los vídeos están genial!! pero como dice er Migué, cuidadín con los leones.. que parecen vacas (de la india, jejeje)
Besos,
Teresa
Queremos más!
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